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martes, 12 de marzo de 2013

TUS AREAS DE DESARROLLO PERSONAL


Son cinco las áreas de desarrollo personal que todo individuo debe potenciar y mejorar a lo largo de su vida. Las preguntas que lancemos a cada una de estas áreas nos responderán sobre el grado de satisfacción o éxito de nuestra vida.

En cada una de estas áreas deberemos fijarnos nuestros propios objetivos, así como las metas concretas a conseguir. Día a día, clasificaremos nuestras acciones en función de estas áreas y en las revisiones de nuestro sistema podremos analizar la evolución real hacia los objetivos fijados.

Las áreas sobre las que tenemos que trabajar son:

PROFESIONAL.
Hablamos de qué hacemos, de cómo nos realiza el trabajo que desempeñados, de cómo nos formamos para ser mejores y más imprescindibles. El área profesional es aquel que recoge toda nuestra actividad remunerada.
Realizamos nuestro trabajo, "porque de algo hay que vivir", o por el contrario, nos gusta realmente lo que hacemos. ¿Cómo saberlo?, fácil. Solo nos hemos de preguntar si fuera de nuestro estricto horario de trabajo, ¿nos sigue interesando lo que hacemos?, o por el contrario estamos deseando salir para "desconectar". Piensa que Eric Clapton seguirá oyendo música y aprendiendo fuera de sus ensayos y conciertos, que Arturo Pérez-Reverte, seguirá peleando con las letras más allá de su horario de trabajo, que un buen vendedor (y lo somos todos) seguirá hablando con pasión de sus productos, aunque no sea un cliente pontencial quien le escuche.

FINANZAS
Qué hacemos con los ingresos que recibimos. Cómo los gastamos, ahorramos o invertimos, independientemente de donde procedan y la satisfacción que nos reporte su ingreso.
Las finanzas, al igual que la salud, son patrimonio exclusivo del individuo. Él tiene que saber reconocer a los profesionales que le van a ayudar a gestionar su patrimonio, pero también tiene la obligación de preocuparse por su salud financiera, estudiando y aprendiendo sobre las diferentes opciones que tiene.

RELACIONES
Se incluyen las relaciones que mantenemos con todas las personas cercanas a nosotros y que no tengan un vínculo exclusivamente recogido en cualquiera de las otras áreas. En este área de desarrollo incluiremos nuestra pareja, hijos, familia, amigos y las diferentes obligaciones y acciones encaminadas a conseguir nuestros objetivos.

CONTRIBUCIÓN
El ser humano es ante todo un ser social e intentar acabar con esto, o cuando menos no potenciarlo, puede tener serias consecuencias sobre su salud mental y física. Debemos preocuparnos por nuestro entorno. Aportar desinteresadamente parte de nuestro valor a los demás. Retornar a la sociedad parte de lo que ella nos aporta.

PERSONAL
Es la última en nombrar, pero debe ser la primera en trabajar, porque de ella depende el éxito en todas las demás. 
En el área personal debemos distinguir a su vez dos niveles:
Físico: Hay que cuidar la máquina que nos sustenta. Debemos Comer, Beber (preferentemente agua de diario), descansar y hacer ejercicio físico, en cantidades equilibradas. Con el mismo rigor las cuatro acciones. Hay que andar, correr, acudir al gimnasio o cualquier otra actividad con la misma regularidad que comemos o bebemos. Pero al mismo tiempo tenemos que tener claro que este ejercicio físico no nos exime de cumplir con una alimentación sana y equilibrada, en caso contrario, de nada sirve.
Mental: Tenemos que seguir estudiando, o comenzar a ello. Tenemos que seguir aprendiendo y si puede ser de los mejores. Para esto, solo hay una forma barata, rápida y fácil de hacer. Leer. A diario. No más de treinta minutos. Evidentemente se puede complementar con radio o televisión (ambas bien seleccionadas) pero no tiene el mismo aporte interior que la lectura, tanto por la gimnasia mental que supone, como por la retención de conceptos.

Resumiendo, ante cualquier contratiempo que se nos pueda plantear tenemos que tener claro a que área pertenece y buscar las herramientas de las que disponemos para saber corregirla. A la hora de priorizar las actividades de un día, saber a qué área corresponden y si contribuyen o no a la consecución de nuestros objetivos. En definitiva, tenemos que empezar a ver el mundo por metas y objetivos cuya clasificación inicial serán las áreas de desarrollo descritas.


Empieza por ver el mundo desde esta perspectiva, con el fin de mantener tu mundo equilibrado en todo momento. Más adelante fijaremos objetivos y metas, pero buscando siempre el equilibrio de tus áreas de desarrollo. Perder este equilibrio, aunque obtengamos éxito en alguna de ellas, es un fracaso en si mismo.

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